viernes, 4 de enero de 2013

¿Triste o feliz? ¡Coherente!

Tras mi dosis anual de "Cuando Harry conoció a Sally" y varias charlas con buenas amigas, decidí hablar de los finales de historias románticas en este post. Incluso de romances que no son el centro de una historia. El caso es que como lectores o espectadores nuestro corazón se encoge con esas mil historias posibles o imposibles. La empatía es todo, es esa sonrisa disimulada, aquellos gestos que te hacen caer rendida con alguien quien tal vez no es "real", pero lo es para uno mientras lo mira o conoce entre líneas.

Para mí el epítome de comedia romántica es "Cuando Harry conoció a Sally", pero lo que más me sorprende es que tras 23 años de su lanzamiento siga siendo tan vigente. Confieso que la primera vez que la vi me resultó divertida a secas, era una adolescente y aunque entendía el humor de la cinta no me identificaba. Al paso de la universidad y ahora más que nunca como una mujer soltera e independiente la complejidad del filme y las relaciones amorosas en general me han tocado de forma distinta.  Lo que nunca cambia es lo muy feliz que soy cuando veo a Sally y Harry terminar juntos, son el típico caso de la pareja que son uno para el otro, todo mundo lo sabe, menos ellos.


"Casablanca" es una referencia obligada, en la cinta anterior y en mi vida. Me es imposible no adorar a Rick, es el típico chico rudo y malo que en el fondo es un panqué (justo mi tipo). No obstante lo que hace sublime a ese cinta es el final, él deja ir a la mujer que ama pensando en el bien general. Un sacrificio que lo consagra como un verdadero héroe trágico. Es un final triste, pero hermoso en su melancolía, en algún momento pensé hacer un Fanfic donde se quedara con Ilsa, estaba tan fuera de lugar que lo abandoné. Esa historia es perfecta tal cual, incluso es irónico pensar que gran parte de él se debió a la moralinas de Hollywood en la época, donde no se podía ver a una mujer casada huir con su amante.


Ambas películas son en apariencia diferentes, una es comedia, la otra un drama. No obstante tienen en común algo muy importante, tienen un final coherente. Ningún final me ha cabreado más en esta vida que el de las novelas de Crepúsculo (sí las leí todas y sí, me arrepiento enormemente). Llegan los Vulturi enloquecidos y clamando sangre, entonces el clan Cullen y sus amigos usan sus poderes para calmar la situación, no pasada nada. El lector que esperaba una gran batalla es firmemente decepcionado con la forma sosa en la que todo se soluciona como por arte de magia (me han dicho que en las películas eso cambió un poco, pero la verdad no tengo intención alguna de verlas). 

Creo que las grandes historias se definen verdaderamente en el final. Nada me destroza como el triste y vacío funeral de Jay Gastby en la novela de  F. Scott Fitzgerald, o el "mañana será otro día" de Scarlett O'Hara en "Lo que el viento se llevó". Creo que más de un corazón ha saltado de alegría cuando el señor Bennet pregunta si alguien más quiere pedir la mano de otra de sus hijas ese día, en el icónico final de "Orgullo y Prejuicio". Hay finales felices, tristes, agridulces o incluso abiertos, pero para mí esa es la parte que vuelve un libro o película de verdad memorable. 

Hace unos años, recuerdo que solía ser una total enemiga de los finales felices en mis escritos, casi todos terminaban de modo contundentemente dramático. No obstante, hace poco escribí la horma de mi zapato. Esa novela no admitía un final trágico, simplemente no. La verdad es que traté de forzar una separación y todo, pero no pude. Simplemente no encajaba con la naturaleza de mis personajes, de sus historias. Ahí fue una de esas veces cuando, como escritor, te das cuenta que cada personaje es capaz de contar su propia historia e incluso "decidir" lo que viene después. Es por ello que al paso del tiempo me he dado cuenta que no se trata de si el final es triste o feliz, sino que deber ser coherente con la historia y sus personajes, pues al final son los personajes los que hacen la historia y no al revés. 

9 comentarios:

  1. ¡Quién te viera y quien te ve! Tú la anti final feliz por excelencia.
    Yo soy tan al verres que nunca me han gustado When Harry Met Sally (todo un clásico) ni Casablanca (y eso que me conozco los parlamentos de Rick de memoria), pero ambos filmes tiene excelentes finales que a su modo son felices (Rick pudo haber muerto, o el avión de Ilsa y Viktor Lazlo pudo haber sido derribado) de una manera convincente. El final feliz irrita cuando no son felices los merecen serlo como en La Guerra y la Paz (¿Por qué murió Andrei? ¿Por qué Sonia quedó solterona?) O cuando esa felicidad llega de manera forzada y dudosa como en Crepúsculo. En cambio el final feliz de Orgullo y prejuicio y el de Sense and Sensibility son perfectos. Nadie como Jane Austen para finales felices. Que pena que los escritores victorianos que la siguieron fueron incapaces de aprender ese arte.
    Estaba pensando que finales agridulces en los que alguien, algún personaje que nos cayó bien, sobrevive y recibe algún a compensación ya basta (¡Martin escúchanos!) En una de mis 10 novelas favoritas, Quo Vadis, hay una mortandad atroz de buenos y malos al final, pero la pareja protagónica sobrevive todos los obstáculos y su amor crece con la vicisitud. Eso es un final coherente En cambio en Ivanhoe, siempre me quedo dudando de si el héroe y Lady Rowena podrán ser felices realmente.

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    1. Ay amiga, Austen siempre será una de mis favoritas - y eso que sólo tiene finales felices, agridulces a los más- creo que tiene un finura increíble para hacer personajes y dejar que ellos hagan la historia, eso no es fácil de hallar. Otra que siempre me pareció magistral con ello es Agatha Christie, el crimen siempre encaja, pero más allá de eso las personalidades de cada implicado siempre son visibles y bien desarrolladas, incluso en los gestos pequeños.
      Pues creo que ya fui reformada de ser "anti-final feliz", precisamente por Sueños Inocentes, jamás, jamás le habría podido dar un final triste, no habría tenido sentido alguno.

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    2. Ah, de acuerdo con Malena, detesté que el muchacho se quedara con la Rowena, yo prefería a la otra niña.

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    3. Y sin embargo Sueños tiene un final feliz un poco ambiguo. Lo que pasa es que muchas veces un final feliz incomoda al público. Por ejemplo, Gigi de Colette. En su época fue un final súper romántico, hoy es considerado un a apología a la pedofilia.
      Hablando de finales felices que serian políticamente incorrectos, esta el final de Ivanhoe. Como Lu y otros creo que Ivanhoe se sentía atraído por Rebecca, pero en la sociedad medieval su unión hubiera sido imposible. Incluso para la época de Sir alter Scott tener un romance interreligioso resultaba chocante,

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    4. Las cosas van cambiando con el contexto, lo mismo pasa con Lolita de Nabokov.

      Con Sueños ese se me hizo el final apropiado, abierto porque al final nunca se sabe que pasará con esos dos y su nueva oportunidad. ;)

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  2. Yo también adoré cuando Harry conoció a Sally! Hay cada copia que no le ha llegado al talante... pero nada como la original.Eso es ejemplo de algo que no se sabe si alguna vez fue amistad(me encantan las historias que duran años desarrallandose), y que obviamente iba a terminar en algo muy distinto=)
    Bueno, siendo comedia romántica pues ya sabíamos cómo.
    Con respecto a Casablanca, hay una serie argentina que se llama "Los Simuladores", allí hicieron la representación de la película y cambiaron el final, para complacer a la protagonista de la simulación, pero claro, todo fue en tono cómico y mordaz. Igual, me gustó.
    Yo creo que lo importante es que sientas plausible el final, que sea como llegar a una meta a la que sabías que tenias que llegar. Aunque no te complazca exactamente, pero bueno si algo está bien escrito, sí o sí vas a aceptarlo. En muchos casos a mi me gustan los finales abiertos. Dados a interpretación, aunque causen polémica:)

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    1. Yo también adoro las historias de años de desarrollo, tienen esos elementos de "casualidad" y "destino" que tanto me encantan, eso como ver que las piezas van encajando y claro te mete en le historia.

      Tienes razón con lo de que un final debe simplemente ser plausible, tanto si complace al lector como si no. Eso me ha pasado varias veces en libros, pelis y hasta animes, el final no es lo que yo quería o esperaba, pero igual aceptas la coherencia de las cosas sí o sí.

      Yo también soy fan de los finales que quedan un tanto abiertos y el lector puede interpretar :)

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  3. Hola!
    Yo también vi Cuando Harry conoció a Sally demasiado joven y no me gustó; después lo vi más grande, con amigas y llorando por un amor perdido, y me subió mucho el ánimo. No se convirtió en mi peli favorita, debo reconocerlo, porque ese lugar lo tiene Lo que el viento se llevó (a pesar del final matapasiones que me deja llorando), pero la veo cuando la pillo y paso un buen rato.
    A mí tampoco me dio buena espina el que Ivanhoe se haya quedado con la Rowena; creo que pensó en Rebeca el resto de su vida. Es triste.

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    1. Creo que al final nadie se convenció con lo de Rowena, tal vez debamos hacer un Fan Fic en el que se queda con Rebeca :D

      Hay pelis que no se vuelven favoritas, sino algo así como de uso. Esa peli que ves varias veces porque te entretiene o ves en momentos determinados. Ese es mi caso con El Diario de Briget Jones, por ejemplo. Cuando no dan nada mejor la miro una y otra vez y me hace reír, aunque no sea de mis favoritas :P

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